miércoles, 4 de agosto de 2010

Oportunidad

Difícil resulta encontrar ese rumbo

pero más difícil es empezar a recorrerlo,

encontrar a tantos que van en la misma dirección,

algunos perdidos de vista desde hace tiempo,

a otros los tendremos que abandonar ahora.

Saber cuándo comenzar el trayecto

es un desafío

que nos da la medida de lo que

verdaderamente queremos ser,

de lo que realmente somos,

de nuestro carácter.

Es indispensable conocer el momento justo

de emprender la nueva ruta

transitaremos por senderos

inevitablemente pedregoso,

con atravesamientos propios y ajenos.

Procesos mediadores que habrá que vencer y desoír

hasta conformar nuestra propia ruta crítica,

nuestro mapa.

Será preciso no tomar atajos

de manera que sintamos la necesidad,

el deber y el honor

de ser nosotros mismos.

Sólo así llegaremos a la cima

que es darse cuenta (no saberlo)

que tenemos que protagonizar el cambio.

Es el autodesarrollo, la paz, el salto a esa felicidad…

Este viaje puede realizarse solo

aunque suele llevarse mejor en parejas

porque es la plenitud del ser humano,

debe llevar su ritmo,

pero no se puede descuidar el tiempo

ya que perderíamos el momento justo,

porque no podemos seguir el rumbo

si no conseguimos dejar atrás,

lo que ya no está con nosotros.


Raúl Reyes Fernández


No hay comentarios: